Manuel de Lima y Sola

(1818-1908)

Nació en Curazao, Antillas Holandesa, en 1818. Comerciante y minero.

A los 15 años se trasladó de Caracas y algunos años después a Hamburgo. En 1845 se estableció en Valparaíso, como socio de la firma importadora con la que se relacionó en Alemania.

A la Masonería se incorporó en Caracas, en 1842, al ser iniciado en la Logia “Unión” N°5.

Tras crearse en Valparaíso la Logia “L’Etoile du Pacifique” (1850), integrada por franceses, los que le reconocieron a De Lima su calidad masónica.

Fueron allí iniciado varios chilenos, hasta que, en 1853, tuvo el número suficiente de hermanos para crear la Logia “Unión Fraternal”, que trabajaría en castellano. Esta Logia comenzó a trabajar bajo la presidencia de Manuel de Lima.

Al mismo tiempo inicia su participación en la Masonería Filosófica llegando hasta el Grado XXX. También participa en la fundación de los Bomberos de la ciudad.

Cuando se produce la desvinculación de la Logia “Unión Fraternal” del Gran Oriente de Francia, para formar la Gran Logia de Chile, en 1862, Manuel de Lima compromete sus esfuerzos con el poder masónico naciente, y asume como Segundo Gran Vigilante.

Los negocios de Manuel de Lima empeoran y debe emplearse en una empresa naviera, pero en 1876, se traslada a San Felipe, para emprender un negocio minero en el río Colorado, que nunca le permitieron obtener los frutos esperados.

Con el paso del tiempo promueve la fundación de la Logia “Patria y Libertad” N°36 de San Felipe, en 1908. Algunos años antes había recibido el Grado XXXIII, como reconocimiento por su destacada participación en el nacimiento de la Masonería chilena.

Dos meses después de ver realizado su sueño de formar la nueva logia en San Felipe, muere en condiciones de pobreza, siendo velados sus restos en esa casa masónica. Fue sepultado en el cementerio fiscal de la ciudad, donde actualmente se rinde honores a su memoria, por parte de las Logias que fueron fundadas por su esfuerzo y pujanza: Unión Fraternal N°1 y “Patria y Libertad” N°36.