MASONERÍA AL DÍA / Aniversario de la Fundación de la Gran Logia de Chile

Columna de opinión

Aniversario de la Fundación de la Gran Logia de Chile

Rubén Leal Riquelme 

Resp. Logia "Frontera" N° 152.

En los albores de la República, en la gesta de Independencia y en el diseño de las Instituciones de la patria, la Francmasonería comienza su primera etapa Institucional. Era un período de convulsión política y de desencuentros entre corrientes de acción centralista y conservadora, y por otra parte surgían crecientes expresiones de Libertad.

Desde el Sur y desde el Norte se organizaba la oposición al centralismo autoritario. Corría la década de 1851 a 1861.  El convulsionado “estado de cosas” fue resuelto de modo traumático en la “la segunda guerra civil”.

 Las ideas de Libertad y de Igualdad habían cruzado el atlántico y se diseminaban por todo el territorio: construir una sociedad de respeto, de tolerancia y democrática.

Esta dura etapa no impidió la expansión del pensamiento libertario. Con persistencia, convicción y sacrificio, las nuevas ideas continuaron su desarrollo, con fuerza y vigor.

El pensamiento liberal y los ideales de perfeccionar la naciente república crecieron por el Norte y el Sur, el pensamiento masónico se fortalece y se funda la Logia “Filantropía Chilena”, en Santiago.

Tras el triunfo conservador en la batalla de Lircay, las condiciones y el crecimiento masónico fueron abortados. No obstante, la semilla estaba en el vientre fecundo. En 1850, hombres motivados por el amor a la Humanidad, fundan la Logia francesa “L’Etoile du Pacifique” y la Logia americana “Bethesda”.

Desde las entrañas de la patria nacen las primeras Logias Masónicas. Tras una larga noche, como sucede en cada Solsticio de invierno, la tierra se ubica en la posición exacta para recibir los rayos que germinarán las ideas de Libertad, de Igualdad y de Fraternidad: “Unión Fraternal y Progreso”, “Aurora de Chile”, en la sureña Concepción; “Orden y Libertad” en el Norte, con fuerza y vigor, hacen lo suyo para que el pensamiento masónico trascienda Valparaíso y la propia capital. 

Adviene un nuevo período, los acontecimientos facilitan la coordinación de este puñado de Logias que, en la cantera de vida, otorgaban la Iniciación a hombres que trabajarán en su perfeccionamiento y en el de la naciente República.

Se constituye la Gran Logia de Chile, y en mayo de 1862 se instala su primera oficialidad conducida por el Serenísimo Gran Maestro Juan de Dios Arlegui Gorbea. Ese mismo año, la Gran Logia de Chile es reconocida por la Gran Logia de Massachusets, y un año más tarde, similar decisión adopta la Gran Logia de Columbia y en 1864, cuando Napoleón interviene la Masonería francesa, la Gran Logia de Chile sigue nuevos derroteros.

En 1862, la Orden promulga su primera Constitución bajo el nombre de “Estatutos de la Orden Masónica de Chile”. 



El pasado y el futuro se unen. Cual pensamiento contemporáneo, en la conciencia Humana no existe separadamente pasado de presente, ni presente de futuro: la conciencia articula las vivencias para inspirar la proyección de la existencia.

Transcurridos 161 años, la Gran Logia de Chile celebra un nuevo Aniversario. Cada noche, las Logias se fortalecen mediante la Iniciación de nuevos Hombres. Los principios impulsados por nuestros antepasados, con trabajo y constancia, Francmasones de hoy se esfuerzan por el porvenir. Persisten los valores, los modos de concreción son diversos. El propósito de perfeccionamiento individual y social logran un espacio Universal.

Los principios de Libertad, de tolerancia, de Fraternidad y de Laicismo, cobran creciente sentido tras cada generación de Francmasones, hasta el mallete rector empuñado por nuestro Gran Maestro Sebastián Jans Pérez.

La patria vive nuevos momentos. Los conflictos de ayer se muestran de manera diferente, pero persisten.

La perfectibilidad Humana y la construcción de una sociedad que acoge con cariño y oriente a sus hijos, es una tarea que demanda el esfuerzo y el amor Fraternal en el Chile de hoy. Esta tarea que comienza en cada Logia, se proyecta en el tiempo. El temple y el carácter formador de cada Taller, inspirados en los Masones de ayer, entrega las herramientas y la convicción de perfeccionar la patria.

Nuestra Institución, a través de su rica historia, ha definido su vocación educativa.

La Francmasonería, es una “Institución universal, esencialmente ética, filosófica e iniciática. Fundada en el sentimiento de la Fraternidad, constituye el centro de unión para hombres de espíritu libre de todas las razas, nacionalidades y credos”. A través de la docencia masónica se propone el perfeccionamiento del hombre y de la Humanidad. “Promueve entre sus adeptos la búsqueda incesante de la verdad, el conocimiento de sí mismo y del hombre en el medio en que vive y convive, para alcanzar la fraternidad universal del género humano. A través de sus miembros proyecta sobre la sociedad humana la acción bienhechora de los valores e ideales que sustenta”.

“No es una secta ni es un partido. Exalta la virtud de la tolerancia y rechaza toda afirmación dogmática y todo fanatismo. Aleja de sus templos las discusiones de política partidista o de todo sectarismo religioso”

“Sustenta los postulados de Libertad, Igualdad y Fraternidad y, en consecuencia, propugna la justicia social y combate los privilegios y la intolerancia”.