MASONERÍA AL DÍA / La memoria y el patrimonio se vinculan a través del Querido Hermano Luis Mesa Bell












La memoria y el patrimonio se vinculan a través del Querido Hermano Luis Mesa Bell


En una ceremonia convocada por la Municipalidad de Quinta Normal, con la participación de su departamento de cultura “Casona Dubois”, el Hermano Luis Mesa Bell tuvo un merecido homenaje en el marco de la conmemoración de la libertad de prensa.

Con la presencia de la alcaldesa de la comuna, Karina Delfino, el Venerable Maestro Mauricio Scharager de la Logia Deber y Constancia, donde se inició el Querido Hermano Mesa, así como otras autoridades masónicas, la presidenta regional del Colegio de Periodistas, Ana María Olivares; el historiador Felipe Concha, la artesana Noemí Sepúlveda- quien colaborara en el mejoramiento de la ermita- vecinos de la comuna y personal de los colegios aledaños, se develó la placa recordatoria de este masón periodista que luchó incansablemente por un periodismo ético, transparente, comprometido con la verdad.

Felipe Concha, historiador quien hizo uso de la palabra, rememorando el cómo había llegado a la figura de Luis Mesa, dijo que la vinculación de la memoria y del patrimonio era parte de la historia y que no podíamos quedarnos en los archivos y las bibliotecas. “Me siento gratificado poder ser parte de este homenaje y ver que los vecinos, después de 70 años del asesinato de Luis, comparten este espacio que es patrimonial. Un espacio público, en una esquina que guarda la memoria de este luchador de la libertad de expresión”.

La Alcaldesa Delfino dijo que como parte de su gestión, la recuperación de espacios patrimoniales era una prioridad y que por muy dolorosos que sean algunos pasajes en nuestra historia, debíamos recuperar nuestra historia y nuestro patrimonio.

En representación de la Gran Logia de Chile, hizo uso de la palabra Manuel Romo, Director de Investigación Histórica de la Gran Logia de Chile, de quien reproducimos sus palabras.

“Luis Mesa Bell ingreso a la Masonería el 20 de noviembre de 1929, incorporándose a la Logia Deber y Constancia N°7. Su segundo grado masónico lo obtuvo el 27 de noviembre de 1930. 

Al año siguiente, junto a un selecto grupo de hermanos, estuvo entre los fundadores de una nueva Logia, Hermes N°52, creada con el fin de profundizar el estudio de la Masonería, en sus más diversos aspectos. Para ellos, era fundamental concentrar los esfuerzos intelectuales de los hermanos en estudios de carácter esotérico, usando para ello los conocimientos atribuidos a Hermes Trimegisto, una figura legendaria grecoegipcia. 

Según señalaron en un reglamento particular elaborado para esa Logia, sus integrantes, deseosos de profundizar en el aspecto iniciático de la institución, se dedicarían al estudio de la sabiduría masónica.

El mismo texto disponía que para pasar de un grado a otro, el postulante debería dar un examen oral y escrito de sus conocimientos, lo que revela la seriedad con que tomaban el estudio de los textos que buscaban desentrañar, para vivir de acuerdo a esas enseñanzas.  

En Hermes N°52, Luis Mesa Bell obtuvo el grado tercer, el de Maestro Masón, el 9 de noviembre de 1931

A principios de ese año, la Masonería había elegido Gran Maestro, el cargo dirigencial de mayor importancia en la institución, a Eugenio Matte Hurtado, un joven abogado de gran sensibilidad social, que llevó hasta los templos masónicos el llamado angustioso para ir en socorro de los cesantes que repletaban las calles de Santiago, pidiendo alimento para sus familias y un techo bajo el cual cobijarse. 

Era la época en que Chile vivía una dictadura y las persecuciones políticas eran habituales. 

En un discurso que el Gran Maestro Matte pronunció ante la Gran Logia, en mayo de 1931, se refirió al rol que había cumplido la Masonería y a las tareas que quedaban pendientes por hacer. En parte de su alocución, señaló:

“¡Miremos el pasado: república independiente, libertad de cultos, respetuoso descanso para todos los muertos; ciudadanos instruidos y libres, mejoramiento de la sociedad, dueña de sus destinos; he aquí la obra de la Masonería! ¡Miremos el presente: el caos moral, la ambición, la deslealtad, la intriga! ¡La insolente abundancia de unos pocos, la estrechez, la angustia, la miseria de los más! ¡No se adivina cuándo el sosiego volverá a los espíritus, ni cuándo los hambrientos han de ser saciados! ¡Tal es el panorama de la humanidad y tales los males a los que ha de procurar remediar la única entidad espiritual libre y progresista que existe en el mundo y que tiene una doctrina redentora que encuadra todos los problemas: los del espíritu y los de la materia!”.

En sintonía con este discurso humanista, el hermano Luis Mesa Bell ocupaba las páginas de la prensa para denunciar las atrocidades de un régimen que conculcaba las libertades y que respondía con represión al clamor por justicia. 

El asesinato del profesor Manuel Anabalón sublevó su conciencia, así como conmovió a la opinión pública.

Durante semanas, desde las páginas del periódico Wikén, Luis Mesa Bell denunció esta atrocidad, buscando desentrañar los pormenores del crimen, queriendo identificar el lugar en que se había ocultado su cadáver e identificando a sus asesinos.  

Tan acertadas fueron sus deducciones, tan definitivas sus acusaciones, que se dio la orden de acallarlo y en este proceso, el joven Luis Mesa Bell perdió atrozmente su vida. 

Cuando este destacado periodista y hermano masón murió asesinado, la Logia Hermes N°52 acordó escribir su elogio en el Libro de Vida, señalando que había muerto “como valiente, como digno y como bueno, defendiendo sus ideales”. 

En una época de convulsiones sociales, de cesantía y de hambre, de miedo y desesperanza, nuestro querido hermano Luis Mesa Bell, sentenciado desde las sombras por clamar por justicia desde las páginas de la prensa, fue muerto a golpes.

 Le mataron, es cierto. Tal como habían muerto a cientos. Pero el ejemplo que nos dio Luis Mesa Bell continúa vivo en el actuar diario de cada periodista honesto.

Y permanece vivo su recuerdo, entre quienes creemos en la justicia y llevamos grabados en nuestros corazones el lema de Libertad, Igualdad y Fraternidad. 

En nombre del Gran Maestro de la Gran Logia, Sebastián Jans Pérez, saludo, por lo tanto, con aprecio y agradecimiento, el homenaje cariñoso que la Ilustre Municipalidad de Quinta Normal ha hecho al mártir del periodismo nacional, Q. H. Luis Mesa Bell, cuyo recuerdo honramos”, cerró el Director Romo.

Se dio término a la ceremonia con la develación de la placa en honor a Luis Mesa Bell que incluye un código QR- tecnología que permite almacenar  información y verla posteriormente desde el celular.